Llegué a La Serena alrededor de las 19:00. Hacía frio y por poco el avión no puede aterrizar. Había una nube negra amenazadora horrible. Llegué al hotel, bien bonito, acogedor, cerca de la playa. Lo que no me fue de mucha ayuda a la hora de querer salir a recorrer la ciudad ya que para donde quisiera ir había que tomar taxi o caminar mucho. Asi que opté por quedarme