Estoy en una edad en la que comienzo a sentirme tan mayor que muchas veces creo que el tiempo se me escurre demasiado rápido por entre los dedos y no he logrado realizar muchas cosas y otras que nunca imaginé hacer las he llevado a cabo casi sin darme cuenta y sin pensar mucho en ello.
Ayer me hice un tatuaje. Creéme cuando digo que JAMAS pensé en hacerme uno. Lo encontraba poco delicado, poco femenino y hasta vulgar. Y aquí me tienes, con una mancha que no desaparecerá de mi piel ni cuando muera.
¿Qué me llevó a cometer esta locura? , la verdad que no tengo la más mínima idea. Sólo una mañana desperté con esa idea y hoy la he realizado. Y la verdad que no lo he pensado demasiado, que si lo hago creo que no me habría atrevido a dar este paso.
Para muchos debe ser algo sin demasiada importancia pero para mi es un asunto que está fuera de toda lógica proviniendo de mi.
De todas formas mi idea era hacer algo un poco más sutil de lo que fue, pero…na que hacer. ya está hecho y no quiero arrepentirme.
Hace años atrás también hice algo que nunca jamás creí poder lograr. Soy muy tímida, casi antisocial, por eso el hecho de pararme sobre un escenario en varios teatros llenos a creerme una «bellydancer» fue un hito en mi vida. Realmente si me lo hubieran dicho cuando era una veinteañera no me lo habría creído nunca.
¡Que sería madre de dos niñas!, que escribiría en un blog o ahora, en una página web propia. Que las ideas que se cruzaban por mi cabeza las llevaría a escritos teñidos de rojo pasión… Y ese secreto … Ese secreto que a veces me hace sonreir y otras tantas, cerrar los ojos y preguntarme «¡¿cómo pude ser capaz…?! y vuelvo a sonreir. Esa si fue ¡LA LOCURA de mi vida!
Y lo mejor es que deseo cometer más locuras que me lleven a sentir que HE VIVIDO. Así como el poema de mi querido Don Pablo : «CONFIESO QUE HE VIVIDO»
«La locura, cierta locura, anda muchas veces del brazo con la poesía, así como las personas más razonables les gustaría mucho ser poetas, quizá a los poetas les cuesta mucho ser razonables.
Piedad para nosotros, los que exploramos las fronteras de lo irreal.
(…) La revolución es la vida y los preceptos buscan su propio ataúd… Y la parafernalia de la literatura no debe sustituir a la desnuda creación….
«Que nada exterior llegue a mandar en mi…»
Así que a mis hijas les digo: NUNCA DIGAN NUNCA. Olvídense de los temores, ellos son nuestro peor enemigo.
Continuaré VIVIENDO y cometiendo locuras que me lleven a creer que definitivamente, el pasar por este plano, no fue en vano y que he aprendido algo nuevo cada día.